Las semillas de calabaza son muy valoradas en la dieta cetogénica por sus propiedades nutritivas y medicinales.
Estas pequeñas pepitas de cáscara amarilla y blanca son ricas en zinc, cobre, fosforo, ácido fólico, ácido linoleico, ácidos grasos saludables y vitaminas.
Estas pequeñas semillas tienen propiedades antiábeticas, antifúngicas, antiinflamatorias, antioxidantes y antibacterinas que no pueden ser dejadas de lado en tu cocina.
Por el consumo de cada 100 g obtienes 33 g de proteínas.
¡Y además de ser nutritivas son muy bajas en calorías y carbohidratos!